Por: José Luis Campuzano
El año 2024 se presenta como una etapa de nuevos retos políticos para México. En esta reflexión, resulta crucial analizar la importancia de la participación ciudadana y el compromiso colectivo para construir un futuro próspero y justo. Estos retos políticos traen consigo la oportunidad de evaluar y exigir cambios significativos en la forma en que se gobierna.
Es el momento de cuestionarnos y reflexionar sobre cuáles son los valores y principios que queremos que guíen a nuestros representantes. Es fundamental que los ciudadanos sean conscientes de su poder como agentes de cambio y que participen activamente en los procesos democráticos. Es necesario informarse, debatir ideas y propuestas, y elegir con responsabilidad a quienes nos representarán.
En el ámbito político, es vital reflexionar sobre la importancia de la transparencia, la rendición de cuentas y la inclusión. México necesita líderes comprometidos con la igualdad de oportunidades, la justicia social, la lucha contra la corrupción y el respeto a los derechos humanos.
En este contexto, no podemos olvidar la importancia de un diálogo constructivo y respetuoso, dejando de lado la polarización y el enfrentamiento que mucho a dañado a nuestro país y la construcción de diálogos para lograr los consensos y soluciones efectivas a los problemas que aquejan a nuestra sociedad.
Asimismo, es esencial reflexionar sobre la importancia de la unidad como país. Más allá de las diferencias ideológicas, debemos recordar que todos compartimos un objetivo común: construir un México mejor. Solo trabajando en conjunto podremos superar los desafíos que se nos presentan.
Porque es en la unidad nacional donde encontraremos las diferencias que podemos convertir en las más grandes coincidencias que sin duda alguna fortalecerán la tan ansiada unidad nacional.
No podemos aventurarnos a experimentar con ciudadanos incompetentes ante estos nuevos retos, no podemos seguir en la improvisación al enfrentar los grandes problemas que aquejan a este país como la inseguridad, la violación a los derechos humanos, la falta de conciencia al daño ecológico entre otros problemas.
Desde la política se pueden hacer, o más bien se deben hacer los cambios necesarios para impulsar a este país en base a los acuerdos, nadie por si solo ni ninguna fuerza política podrá siquiera combatir los grandes males que aquejan a este país. Los ciudadanos debemos entender eso, que solo así, con políticos que privilegien en dialogo, los acuerdos, los consensos podremos pasar al siguiente nivel como sociedad y gobierno, un nivel en donde quede atrás la discordia, la antipatía, la división de los ciudadanos y por supuesto la polarización de la sociedad.
Por todo ello el 2024 significará la oportunidad de construir un México más plural y menos autoritario, un México más dinámico y no estático, un México donde las políticas públicas se basen en un diagnóstico serio de la sociedad y no en ocurrencias con programas y obras que solo fortalecen el egocentrismo de los gobernantes.
Los retos políticos y sociales que enfrentará México en 2024 requieren una profunda reflexión y compromiso ciudadano.
Es necesario cuestionar, debatir y exigir el cambio que queremos ver en nuestra sociedad. Recordemos que cada uno de nosotros tiene el poder y la responsabilidad de contribuir a la construcción de un México más justo, equitativo y próspero.